Esteban Hernán Moraga Álvarez, Margarita Francisca Cortés Toledo, Paula Méndez Celis, Carolina Muñoz Vergara, Diego Silva Jiménez
La estadística es una herramienta esencial en Salud Pública, ya que sustenta la formulación de políticas y estrategias para mejorar el bienestar de las comunidades. Sin embargo, el limitado conocimiento estadístico de la población dificulta la correcta interpretación de datos sanitarios, fomentando errores y creencias equivocadas que afectan la toma de decisiones. La alfabetización estadística se posiciona como una estrategia clave para promover el razonamiento crítico y la comprensión de datos, utilizando recursos como gráficos claros y explicaciones prácticas para hacer accesible la información sanitaria. Comprender términos como tasas de riesgo o prevalencia resulta crucial para interpretar datos de salud y fundamentar decisiones en evidencia científica en lugar de opiniones subjetivas.
La formación en estadística debe comenzar desde la educación inicial, desarrollando habilidades en conceptos fundamentales como promedios, probabilidades y gráficos. Sin embargo, estudios evidencian deficiencias en la preparación de los docentes, lo que limita la enseñanza de estas competencias. Modelos como PPDAC y GAISE proponen enfoques pedagógicos reflexivos que priorizan el análisis conceptual, la resolución de problemas reales y el uso de datos auténticos. Este enfoque no solo fortalece la comprensión estadística, sino que fomenta ciudadanos capaces de interpretar datos con precisión y tomar decisiones informadas que impacten positivamente en su calidad de vida y en las políticas de salud pública.
Statistics is an essential tool in Public Health, supporting the formulation of policies and strategies to improve community well-being. However, the limited statistical knowledge among the population hinders the correct interpretation of health data, fostering errors and misconceptions that affect decision-making. Statistical literacy emerges as a key strategy to promote critical thinking and data comprehension, using resources such as clear graphs and practical explanations to make health information accessible. Understanding terms like risk rates or prevalence is crucial to interpreting health data and basing decisions on scientific evidence rather than subjective opinions.
Statistical education should begin in early schooling, developing skills in fundamental concepts such as averages, probabilities, and graphs. However, studies reveal deficiencies in teacher training, which limits the effective teaching of these competencies. Models like PPDAC and GAISE propose reflective pedagogical approaches that prioritize conceptual analysis, problem-solving with real-life contexts, and the use of authentic data. This approach not only strengthens statistical understanding but also fosters citizens capable of accurately interpreting data and making informed decisions that positively impact their quality of life and public health policies.