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Objetivos:
Las semilunas desempeñan un papel importante en la fisiopatología de los pacientes con nefropatía diabética (ND) comprobada mediante biopsia. Sin embargo, su relación con la gravedad y la progresión de la enfermedad no se ha aclarado del todo.
Métodos:
Se evaluaron 142 participantes en un estudio de cohortes retrospectivo de ND probada por biopsia. Se determinaron las asociaciones de la formación de semilunas con el evento de progresión de la enfermedad renal crónica (ERC), definido como una disminución sostenida desde el valor basal de al menos el 40% en la TFGe o la ERS, utilizando modelos de riesgos proporcionales de Cox. Se construyó un nomograma pronóstico para predecir la supervivencia renal a 1, 3 y 5 años de los pacientes con ND.
Resultados:
La formación de semilunas glomerulares se correlacionó negativamente con la TFGe (ρ de Spearman=−0,33; p=0,01), mientras que no hubo correlación significativa entre las semilunas y la proteinuria de 24h, los nódulos de KW, los microaneurismas capilares y el depósito de C3. Tras ajustar por factores de riesgo tradicionales (demográficos, TFGe, proteinuria y puntuación patológica), las semilunas se asociaron de forma independiente con un evento de progresión de la ERC (HR: 1,71; IC del 95%: 1,07-2,76; p=0,024). Además, el riesgo de eventos de progresión de la ERC era mayor con una mayor proporción de semilunas, pero alcanzaba una meseta cuando la proporción de semilunas era del 20%.
Conclusiones:
En los pacientes con ND, las semilunas se asociaron a eventos de progresión de la ERC independientemente de las características clínicas y patológicas.
Objectives:
Crescents play important roles in the pathophysiology of patients with biopsy-proven diabetic nephropathy (DN). However, their relationship to disease severity and progression has not been fully clarified.
Methods:
We assessed 142 participants in a retrospective cohort study of biopsy-proven DN. We determined associations of crescent formation with CKD progression event, defined as a sustained decrease from baseline of at least 40% in the eGFR or ESRD, using Cox proportional hazards models. A prognostic nomogram was constructed to predict 1-, 3-, and 5-year renal survival for patients with DN.
Results:
Glomerular crescent formation negatively correlated with eGFR (Spearman's ρ=−0.33, P=0.01), whereas there was no significant correlation between crescents and 24-hour proteinuria, KW nodules, capillary microaneurysms, and C3 deposition. After adjustment for traditional risk factors (demographics, eGFR, proteinuria, and pathologic score), the crescents were independently associated with a CKD progression event (HR, 1.71; 95% CI, 1.07–2.76; P=0.024). Moreover, the risk of CKD progression events was greater with a higher proportion of crescents but reached a plateau when the crescent proportion was 20%.
Conclusions:
In patients with DN, crescents were associated with CKD progression events independent of clinical and pathologic characteristics.
