Javier Peris Escribá
Este artículo explora el concepto de neurodiversidad, que reconoce la diversidad de procesos neurocognitivos humanos como un valor intrínseco y no como un déficit. Este paradigma desafía el modelo tradicional que patologiza las diferencias y promueve una sociedad inclusiva en educación, trabajo y derechos humanos. La neurodiversidad incluye tanto a personas neurotípicas como neurodivergentes (autismo, trastorno por déficit de atención e hiperactividad [TDAH] o dislexia, entre otros), destacando sus fortalezas en creatividad, atención al detalle y habilidades especializadas, así como los desafíos a los que se enfrentan, tales como el estigma y las barreras de comunicación. Se presentan estrategias para fomentar la inclusión —en particular, en el ámbito laboral— a través de ajustes razonables, formación en neurodiversidad y programas de mentoría, destacando la importancia de un enfoque que valore las fortalezas individuales. Finalmente, se concluye subrayando que la inclusión de las personas neurodivergen- tes no solo es justa, sino que también es beneficiosa para la creatividad y el progreso social..