Este artículo examina críticamente la maternidad, cuestionando la construcción idealizada de la figura materna como fuente de amor incondicional y sacrificio. Tradicionalmente, la figura materna ha sido concebida como una entidad altruista y constante, generando expectativas que invisibilizan la complejidad de sus sentimien- tos y la posibilidad de experimentar emociones diversas, como la ambivalencia y el agotamiento.
La investigación deconstruye esta imagen de la «madre perfecta», proponiendo que la maternidad es un constructo cultural influido por factores históricos, económicos y sociales, y en permanente transformación. Desde la Antigüedad hasta el contexto contemporáneo, se analiza cómo el rol materno ha sido modelado por las demandas de cada época y cómo ciertas sociedades han reconocido el cuidado como una responsabilidad compartida. Mediante un enfoque teórico basado en estudios de género y teorías críticas del cuidado, el artículo propone entender la maternidad como una experiencia múltiple y matizada.
Las conclusiones destacan la necesidad de visibilizar la diversidad en las experiencias maternas, entendiendo el rol de madre no como un mandato universal, sino como un ejercicio individual y contextualizado. En el ámbito de la enfermería, especialmente, en el acompañamiento de las matronas, se identifica la oportunidad de promo- ver una visión de la maternidad que respete las necesidades emocionales de las mujeres y contribuya a una práctica de cuidado más equitativa e inclusiva.