Raquel Valdovinos Garrido, Lydia Gómez Morante, Alba López Mendieta, Cristina Gracia Piqueras, Noelia Hernández Lafuente
La población geriátrica, que incluye a personas de 65 años o más, está creciendo a nivel mundial gracias a avances médicos y mejoras en la calidad de vida. Sin embargo, estos individuos enfrentan varios desafíos que impactan su salud y bienestar. Entre los problemas más comunes destacan la alta prevalencia de enfermedades crónicas que complican su tratamiento, especialmente debido a la polifarmacia, que puede causar efectos secundarios y aumentar las hospitalizaciones. También es preocupante el deterioro funcional, ya que la pérdida de movilidad limita su autonomía y genera mayor dependencia.
Socialmente, los adultos mayores suelen enfrentar estigmas relacionados con el envejecimiento y carecen de recursos adecuados. La soledad es un problema frecuente, lo que agrava sus dificultades de salud física y emocional, además de la falta de apoyo social y acceso a servicios de salud de calidad, obstáculos significativos para su bienestar Una mujer de 69 años con obesidad ingresa para una histerectomía abdominal total y anexectomía izquierda debido a sospecha de cáncer. Presenta hipertensión y dislipemia. Después de la primera cirugía, orientada, aunque un poco nerviosa experimenta hematuria. Se detectan adherencias que requieren una segunda intervención, donde se le realiza una colostomía y se la traslada a UCI. Posteriormente, presenta complicaciones, incluyendo una fuga y abscesos, lo que lleva a una tercera cirugía.
Para valorar su estado, se utilizan la escala de Norton, el índice de Barthel y la escala de Hamilton y se aplica el modelo de las 14 necesidades de Virginia Henderson para una valoración integral. Se identifican diagnósticos de enfermería prioritarios como temor, riesgo de infección, obesidad y trastorno del sueño. Las intervenciones se centran en reducir el temor, prevenir infecciones, fomentar la pérdida de peso y mejorar el patrón de sueño, buscando así optimizar la calidad de vida y la recuperación del paciente.
The geriatric population, which includes individuals aged 65 and older, is growing worldwide due to medical advances and improvements in quality of life. However, these individuals face several challenges that impact their health and well-being. Among the most common issues is the high prevalence of chronic diseases that complicate their treatment, particularly due to polypharmacy, which can cause side effects and increase hospitalizations. Functional deterioration is also concerning, as loss of mobility limits their autonomy and increases dependence.
Socially, older adults often face stigmas related to aging and lack adequate resources. Loneliness is a frequent problem, exacerbating their physical and emotional health difficulties, in addition to the lack of social support and access to quality healthcare services, which are significant obstacles to their well-being.
A 69-year-old woman with obesity is admitted for an abdominal hysterectomy and left salpingo-oophorectomy due to suspected cancer. She has hypertension and dyslipidemia. After the first surgery, while oriented but a bit anxious, she experiences hematuria. Adhesions are detected that require a second intervention, where a colostomy is performed, and she is transferred to the ICU. Subsequently, she presents complications, including a leak and abscesses, leading to a third surgery.
To assess her condition, the Norton Scale, Barthel Index, and Hamilton Scale are used, and Virginia Henderson’s 14 Needs Model is applied for a comprehensive evaluation. Priority nursing diagnoses identified include fear, risk of infection, obesity, and sleep disorder. Interventions focus on reducing fear, preventing infections, promoting weight loss, and improving sleep patterns, aiming to optimize the patient’s quality of life and recovery.