Este estudio explora la relación entre los hábitos de vida saludables y la prevención de la demencia, considerando los datos más recientes sobre el envejecimiento de la población mundial. Utilizando estadísticas actuales y revisiones de literatura sobre demencia, se investigan factores como la dieta, la actividad física y la estimulación cognitiva como posibles mitigadores de riesgo. La investigación aborda la efectividad de estas estrategias en mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de deterioro cognitivo. Los hallazgos respaldan la importancia de los hábitos saludables como componentes clave en la prevención de enfermedades neurodegenerativas.