La inteligencia artificial (IA) está transformando la Salud Pública al proporcionar herramientas innovadoras para enfrentar desafíos globales complejos. Su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real permite mejorar la vigilancia epidemiológica, optimizar la gestión de recursos sanitarios y personalizar intervenciones preventivas. Estas aplicaciones han demostrado ser valiosas en situaciones como pandemias, donde los algoritmos de IA han contribuido a la predicción de brotes, la asignación eficiente de recursos y el diseño de estrategias dirigidas.
Sin embargo, la adopción de la IA también plantea importantes desafíos éticos y regulatorios. Cuestiones como la privacidad de los datos, la transparencia de los algoritmos y los sesgos en los modelos destacan la necesidad de marcos normativos robustos que garanticen su uso ético y equitativo. Además, la falta de capacitación de los profesionales de la Salud Pública y la alfabetización digital de las comunidades limitan el impacto potencial de estas tecnologías.
Este artículo analiza las aplicaciones prácticas, los desafíos éticos y las estrategias necesarias para una adopción responsable de la IA en la Salud Pública. Se enfatiza la importancia de la capacitación, la colaboración interdisciplinaria y la investigación continua para garantizar que la IA se convierta en una herramienta transformadora que contribuya al bienestar global. Si se implementa de manera ética y sostenible, la IA puede desempeñar un papel crucial en la promoción de la equidad y la calidad en los sistemas de Salud Pública.