Málaga, España
La artroplastia de rodilla (AR) representa hoy en día un reto para el cirujano ortopédico. La población se muestra cada vez más exigente con los resultados funcionales alcanzados tras una cirugía protésica. Resulta fundamental que el cirujano ortopédico esté familiarizado con las actividades físicas recomendadas y pueda informar adecuadamente al paciente sobre los resultados funcionales esperados. A este respecto, alrededor del 84% de los pacientes intervenidos de AR vuelven a su actividad deportiva previa en una media de 12 meses, sin apreciar diferencias significativas respecto al tipo de implante utilizado (cruciate-retaining o posterior-stabilized). En conclusión, con la introducción de nuevos implantes y atendiendo a los últimos estudios publicados, los pacientes tratados con AR podrían recuperar su nivel de actividad física previa en la mayoría de los casos.