María Nieves Reche Navarro
• El personal sanitario debe estar capacitado para brindar unos cuidados de calidad en el manejo y mantenimiento del reservorio, evitando complicaciones y minimizando los eventos adversos, todo ello desde una práctica homogénea que disminuya la variabilidad en su cuidado.
• El reservorio es un catéter venoso central que permite tratamientos prolongados en el tiempo e intermitentes, permitiendo administrar fármacos con una osmolaridad > 900 mOsm/l o ph irritante, quimioterapia, hemoderivados, sueroterapia y practicar extracciones sanguíneas.
• Precisa punción y manipulación con técnica estéril.
• Comprobar la permeabilidad del catéter siempre antes de su utilización y desechar de 8-10 cc de sangre si vamos a realizar una extracción sanguínea y 5 cc si vamos a proceder a una limpieza del reservorio para un mantenimiento del dispositivo.
• Lavar el catéter con 2 jeringas de suero fisiológico con técnica push-stop-push (inyectar 2-3 cc de suero fisiológico, parar, volver a inyectar 2-3 cc de suero fisiológico, parar).
• Sellar el catéter con técnica de presión positiva (consiste en cerrar la pinza de clampado de la alargadera mientras ejercemos presión con la jeringa en la que dejaremos unas décimas de suero), siempre después de cada uso y si va a permanecer en reposo, no precisa nueva limpieza hasta 8 semanas.