Pilar Saralegui
, Francisco Soldado
La seudoartrosis congénita de radio es un cuadro raro, comúnmente asociado a neurofibromatosis o displasia fibrosa. Presentamos el primer caso de un colgajo de periostio vascularizado utilizado para tratar la seudoartrosis congénita de radio. Se trata de un varón de 14 meses de edad con neurofibromatosis tipo 1, acortamiento severo del antebrazo y desviación radial de la muñeca. La prono-supinación estaba limitada (60°-80°). En las radiografías, se observó una seudoartrosis del tercio distal del radio derecho. El tratamiento quirúrgico consistió en desbridamiento, fijación ósea con una aguja de Kirschner y la colocación de un colgajo de periostio vascularizado de tibia de la pierna contralateral cubriendo el sitio seudoartrósico. A las 3 semanas de la operación, se observó la formación de callo en la radiografía, con flexo-extensión completa de la muñeca y prono-supinación de 90°-90°. A las 5 semanas, reanudó sus actividades sin protección ortésica. El uso de periostio vascularizado de tibia es una opción innovadora para tratar la seudoartrosis congénita de radio, ya que la consolidación ósea y el retorno a las actividades son rápidos, sin morbilidad asociada en el sitio donante.
Congenital pseudarthrosis of the radius is a rare condition, commonly associated with neurofibromatosis or fibrous dysplasia. We present the first reported case of using a vascularized periosteal flap for the treatment of congenital pseudarthrosis of the radius. The patient was a 14-month-old boy with neurofibromatosis type 1, presenting with severe shortening of the forearm, radial devia-tion of the wrist, and limitation of pronation-supination (60°-80°). Radiographs revealed pseudarthrosis in the distal third of the right radius. Surgical treatment involved debridement, bone fixation with a Kirschner wire, and placement of a vascularized periosteal flap harvested from the contralateral tibia to cover the pseudarthrosis site. Radiographic evidence of callus formation was observed two weeks postoperatively, accompanied by full wrist flexion-extension and improved pronation-supination (90°-90°). At five weeks, the patient resumed activities without orthotic protection. The use of vascularized tibial periosteum represents an innovative ap-proach for treating congenital pseudarthrosis of the radius, demonstrating rapid bone healing and early return to activity, with no morbidity at the donor site.