A medida que se ha ido reduciendo el tiempo de ingreso hospitalario en pacientes con traumatismo cráneo-encefálico, los programas de rehabilitación post-aguda han ido incrementado su importancia, existiendo múltiples investigaciones recientes que evalúan la efectividad de estos programas. En general estos estudios demuestran una mejoría en independencia funcional, productividad y función social. En esta fase la intervención terapéutica se orientará hacia el mantenimiento y/o mejoría del nivel funcional conseguido y la detección de posibles complicaciones y su tratamiento.
Después de un traumatismo craneoencefálico pueden aparecer una serie de complicaciones a consecuencia de la lesión cerebral, algunas de ellas a su vez, podrán manifestarse en una fase más avanzada, como son: la hidrocefalia, la epilepsia postraumática, disfunción endocrina, osteomas, alteraciones en el estado nutricional y la función respiratoria, así como repercusión de las alteraciones neuropsicológicas en esta fase evolutiva.
Por consiguiente, se aconseja la práctica de revisiones periódicas protocolizadas en las que de forma periódica se realice una exploración clínica, exploración neurológica, exploraciones complementarias, valoración funcional y social. Ello permite detectar posibles complicaciones que tendrán o no, tratamiento en ese momento, así como situaciones que puedan requerir la intervención de otros especialistas.